Perfumes de Parma.

La historia actualìsima de el H2 Eau de cologne.

di Giorgio Triani

Mitologías perfumadas. Que como cada mitología «no nacen de la nada», como ha escrito a Roland Barthes en Mitos de hoy.

Exageran, deforman, aumentan, teniendo sin embargo siempre un dato inicial real. En el caso de los “perfumes madeinparma” es liason emocional (y olfativa) de la Duquesa Maria Luigia con la violeta, elevada a flor símbolo de su ducado.

En el Museo Glauco Lombardi se encuentran tanto referencias y ejemplos de esta pasión: de la creación de la fragancia a la Violeta de Parma, formulada por primera vez para ella de los monjes del convento de la SS.Annunziata, a la propina que daba a los pobres de la ciudad que le traìan, homenajeandola, un ramo de violetas.

El primer estructurarse de la producción profumiera en Parma tuvo pues su entrada en la existencia de una corte, por tanto en la solicitud de refinamiento que de ella surgìa.

Pero si la característica cortesana y las influencias francesisantes caracterizaron el “perfume de Parma”, el paso de una producción poco menos que artesanal a una que observaba a un público ampliado, tiene una origin reconocida.

Es Ludovico Borsari, un artesano genial cuyos conocimientos y habilidades empresariales, beneficiaron de un entorno muy favorable, y que tenìa su pivote en la existencia de una importante industria del vidrio. La fabrica de vidrio Bormioli-cuyo acto fundacional data de 1825, cuando la familia altarese obtiene del gobierno de María Luisa de Austria la concesión para comenzar una fábrica de vidrio- fueron en realidad decisivas en la creación de una cadena de perfume, que en el siglo XX ha visto el aumento de muchas empresas de fabricación de esencias: l'O.P.S.O., la Trionfale, la Ducale, la Adam, la Morris, la Italart; pero también las empresas especializadada en la impresión, conversión de papel y materiales de embalaje.

Una historia esta, que espera ser escrita y que, como toda la industria de accesorios y de moda, fue el trabajo de los empresarios de negocios. Self-made-men, que operan, con la excepción de la industria del vidrio, en la pequeña escala industrial. Pero muy hábiles y listos para captar el potencial de un mercado que entre las dos guerras mundiales, pero especialmente después de la segunda, y en particular con el auge económico, comenzó a abrirse y contar con un público más amplio y más interesado à la elegancia y a los accesorios, principalmente en perfumes, tanto para ella como para él.

Màs exactamente se trataba de un pùblico cuyas mayores capacidades de compra iban de la mano con la xenofilia: asì que si los zapatos "made in Parma" se llamaban Barret y Alexander, con la misma entonaciòn ànglica con la que se llevaba una gabardina o se pedìa un whiskey en el bar, los perfumes en concordancia a la intraducibilidad de parfum y eau de cologne, se llamaban Napoleon, Adam, Jacques Horace.

A la històrica y nazionalmente nota Borsari & Hijos se estaban señalando la Morris y la Italart, surgidas entre los '40 y '50, por parte de Giuseppe Borri y Attilio Tanzi.

Particularmente significativo, desde el punto de vista publicitario, era la contribuciòn creativa de Erberto Carboni: artista gràfico y diseñador parmesano capàz de aportar un considerable valor añadido a la comunicaciòn comercial de un producto, como el perfume, cuya cifra estilìstica estaba entre las mejores en absoluto.

Particolarmente significativo, sotto l'aspetto pubblicitario, era il contributo creativo di Erberto Carboni: grafico e designer parmigiano capace di dare un notevole valore aggiunto alla comunicazione commerciale di un prodotto, quale il profumo, la cui cifra stilistica era fra le migliori in assoluto. Pero ya, en el momento en que el milagro económico con su consumismo autárquico, todavía dominante en la década Sesenta, dejó espacio al naciente culto por los productos "de firma", la dimensión familiar de la industria perfumista parmesana se demostró inadecuada a sustentar los desafíos puestos por un producto cada vez más internacional, cada vez más concentrado en las manos de las multinacionales y cuyo éxito empezó a estar completamente en las manos de los grandes diseñadores. De las Grandes Firmas.

Esta pero es otra historia, que contaremos y desarrollaremos. A partir de las tentativas (por ejemplo del Florbath en los años' 70 /80) de reunificar en un sola marca las principales empresas parmesanas, para competir sobre el mercado global, al feliz relance de un viejo producto como el Agua de Parma, declarado en el 2015 uno de los mejores perfumes del año por el premio internacional Academia del Perfume.

Aquí nos limitaremos a señalar como en colaboración con el premio internacionale Escrituras de Agua hemos realizado una edición especialísima de agua de colonia. Es H2 Eau de cologne, una esencia creada por Italart, contenida en un frasco realizado por Bormioli Luigi, decorado por Ciervas, por el diseño de Glennis Beneventi. H2 Eau de cologne sólo ha sido realizado en 50 ejemplares que son vendidos a € 25.

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