¿Erbazzone emiliano o scacciata catanese?

En la cocina funciona como en las obras de arte más bellas: no sabes nada de un plato mientras ignores la intención que le dio origen". (Daniel Pennac)

País al que vas, cocinero que encuentres. Recetas y platos que cuentan historias increíbles. Especialmente cuando comparten lugares lejanos, territorios en muchos casos diferentes, pero que en realidad parecen hablar un lenguaje gastronómico idéntico. Tan similar y tan diferente. Como en el caso de dos especialidades que tienen un rasgo popularpero que son una expresión de lugares ytradiciones que parecen casi al contrario. ¡Estamos hablando de la marda emilian y el catania en coche!

La marda de Emilia

El herbáceo emiliano es un plato típico de cocina de parma y reggio emilia. Los orígenes de esta receta se remontan a la Edad Media y, según los testimonios, fue creada por un "razdora", así como la típica casa rural del territorio emiliano.

Originalmente, su nombre era "scarpasòun" que en dialecto se refiere a un plato pobre y humilde.

No por casualidad, la masa se prepara con harina de trigo suave, agua, manteca de cerdo y sal y luego rellena de espinacas o acelgas y Parmigiano – Reggiano.

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Más tarde, de hecho, el nombre dialectal fue reemplazado por el actual weedy, que es pastel de hierba que se refiere a los ingredientes con los que se compone el relleno.

La persecución de Catania

El viaje a pie nació en Catania en el siglo XVIII. Es un plato destinado a las mesas campesinas del Reino de Sicilia y, posteriormente, de las dos Sicilias. No por casualidad, siempre se ha considerado un plato simple basado en verduras frescas o salchichas.

En particular, el plato se sirve especialmente durante el período navideño. Lo cual no es casual, ya que, en 1763, el príncipe Moncada de Paternò decidió quererlo sobre su mesa durante las fiestas navideñas. Desde entonces se ha convertido en una tradición de todos los catanians.

La receta de la scacciata catania, además, consiste en llenar la masa de pizza o pan con varios ingredientes dependiendo de los gustos. Entre las versiones más apreciadas, de hecho, hay dos: un relleno de brócoli y Tuma; un relleno de salchichas y patatas. La

preparación proporciona que la corteza sea crujiente y dorada, mientras que el relleno es suave y sabroso.

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Está claro, por lo tanto, que las dos recetas son muy similares tanto simbólicamente como prácticamente. Estas son dos especialidades nacidas para llenar las mesas de los humildes habitantes del campo pero que hoy llenan las mesas (y vientres) de los italianos. De norte a sur, con el mismo apetito